
La depresión es una de las enfermedades mentales más frecuentes en la población mundial. La misma tiende a producir discapacidad, aislamiento social y suicidios. Los sujetos que presentan crisis depresivas, muchas veces no son tomados en cuenta por sus familiares o amigos al creer que es algo sin importancia y que no necesita ayuda psicológica.
Las causas de la misma son diversas y es importante reconocerlas, ya que gran parte de los factores ambientales podrían evitarse, para prevenir este trastorno. En este artículo se hará una descripción de las causas de la depresión.
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Diversos estudios reportan que la depresión tiene posibilidades de presentarse en caso de que el individuo tenga un familiar cercano que presente un trastorno del estado del ánimo como por ejemplo el trastorno bipolar.
Existe un alto grado de propensión de que se produzca una depresión en sujetos cuyos parientes de primer grado exhiban depresión mayor. Además, señalan que las causas genéticas afectan más a mujeres que a hombres.
Existen estudios en los que se han encontrado la existencia de 200 genes implicados con el trastorno depresivo mayor.
Es importante recalcar que, a pesar de que un individuo tenga factores genéticos que le predispongan a dicha enfermedad, no necesariamente se desencadene la depresión. Con frecuencia, son los factores ambientales junto con los hereditarios los que provocan esta problemática.
Los investigadores han demostrado que las personas con depresión presentan un desequilibrio en ciertas sustancias químicas como lo son los neurotransmisores de la noradrenalina y de la serotonina, en el cerebro.
La serotonina repercute en varias funciones cerebrales, como lo son: el sueño, los movimientos corporales, la necesidad de comer, la percepción sensorial, la regulación de la temperatura, el deseo sexual y la secreción hormonal. Debido a los conocimientos sobre estos neurotransmisores, se han logrado producir fármacos (antidepresivos), que logran prolongar la acción de estas sustancias químicas en el sistema límbico.
Por otra parte, la noradrenalina se encuentra vinculada con el aprendizaje, la motivación, la memoria, el nivel de conciencia, el estado de alerta, la regulación del sueño, la percepción de los impulsos sensitivos y la conducta sexual, los cuales se ven disminuidos durante las crisis depresivas.
Hay situaciones que pueden afectar en la vida de un individuo como lo son: la pérdida de un familiar, el divorcio, los problemas de pareja, los problemas económicos, discusiones con el jefe o compañeros de trabajo. Todos estos tipos de momentos difíciles de asumir pueden llevar a la tristeza, sin embargo, cuando esta persiste por un tiempo prolongado puede llevar a la depresión.
Los estudios indican que el primer efecto generador de la depresión es un evento negativo que causa aflicción o estrés, después de esto, las actividades cotidianas que traen consigo otras situaciones de estrés, pueden llevar a la depresión. Todo esto se une a las condiciones hereditarias del sujeto que puede tener una predisposición a la enfermedad.
También se ha observado que gran parte de las personas con depresión tienden a consumir alcohol o algún tipo de droga, que acentúan los síntomas del trastorno.
Las personas que se enfrentan con situaciones de estrés prolongadas, son propensas a la depresión. Esto es debido a que estos estados pueden tener efectos duraderos en el cerebro, alterando sus funciones.
Por otra parte, las investigaciones han demostrado que las personas cuya personalidad es pesimista, tienen pensamientos negativos recurrentes, autoestima baja, no poseen control de las situaciones que le ocurren en la vida, son propensas a sufrir de algún tipo de trastorno depresivo.
Otro factor desencadenante es el estilo de crianza del individuo. Patrones en donde el abuso físico y mental fue frecuente, o en los que se influía hacia pensamientos negativos, tienden a predisponer a la depresión.
Podemos decir que, únicamente, aproximadamente, un 5% de las personas sufren depresión por motivos bioquímicos, y son estos los que han de tomar antidepresivos. Para el resto de sujetos, lo más adecuado es llevar a cabo una terapia psicológica de tipo cognitivo-conductual.
Según la Global Health Data Exchange, la incidencia del trastorno depresivo en personas mayores de 60 años para el 2019 era mayor que en el resto de las edades, llegando a un 5,71% de la población mundial.
Se cree que las causas del incremento en personas de la tercera edad se deben a la soledad, en estas edades se tiende a enviudar o perder a las parejas por causa de muerte. También los hijos se independizan dejando a los padres, causando en muchos el síndrome del nido vacío, lo cual puede desembocar en esta enfermedad.
Naranjo C., Aguilera O. (2006). Causas sociales que inciden en la depresión bibliotecadigital.academia.cl
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