
Cómo nos hablamos a nosotros mismos/as
El autodiálogo es la forma que tenemos de comunicarnos con nosotros mismos/as.
A veces, asumimos comentarios amables como “puedo con todo”, “¡qué bien me veo hoy!”, “soy buena persona”…
Sin embargo, ¿cuántas veces nos criticamos a nosotros/as mismos/as machacándonos por no hacer suficiente, por nuestra forma de ser, por lo que hemos dicho o hecho, por nuestro físico…?
Con nuestra voz interior tenemos conversaciones profundas, debates internos y peleas molestas. Todo ello influye directamente en lo que hacemos y en cómo nos sentimos. Así, cuando la forma de hablarnos y relacionarnos con nosotros/as no es la adecuada, acabamos realizando conductas dañinas y negativas para nosotros/as.
AUTODIÁLOGO NEGATIVO
¿Cómo te sientes cuando alguien te critica, te insulta, te desprecia o te ordena cosas de forma autoritaria? Es probable que con malestar. Pues lo mismo ocurre cuando lo haces contigo mismo/a a través de ese ofensivo diálogo silencioso.
Esa manera de hablarnos acaba afectando en la autoestima, y poco a poco nos llenamos de miedo e inseguridad. Todo ello nos obstaculiza a enfrentar o avanzar ante los objetivos que tenemos por delante.
La forma que tenemos de ver el mundo, nuestras experiencias, el entorno en el que crecemos, la personalidad o nuestras creencias, son algunas de las causas por las que aprendemos a hablarnos mal (o bien). Podemos agrupar el diálogo negativo en 4 tipos:
Esta percepción e interpretación distorsionada de la realidad es más común de lo que imaginas. Los errores en el procesamiento e interpretación son llamados distorsiones cognitivas, y generan una sentencia poco objetiva e imprecisa.
Entre las posibles consecuencias del autodiálogo negativo destacan: el pesimismo, la ansiedad, la depresión, gran sentimiento de culpa y una baja autoestima.
Sin embargo, todo lo aprendido puede ser desaprendido. Junto a tu terapeuta comenzarás a trabajar el laborioso trabajo del autoconocimiento, y eso te ayudará a encontrar las causas y evitar esa carga que te pones encima.
La influencia directa entre el autodiálogo y el estado emocional, hace que también podamos cuidarnos a nosotros/as mismos/as si lo hacemos bien.
¿Cómo hablarnos bien? AUTODIÁLOGO POSITIVO
El autodiálogo positivo, es una manera amable y cálida de hablarnos a nosotros/as mismos/as. Tiene la capacidad de cambiar la forma de ver ciertas situaciones, la forma de sentirnos y la forma en que actuamos.
Para conseguir un diálogo funcional contigo mismo/a y potenciar tu bienestar puedes tener en cuenta lo siguiente:
1º. Identifica tus pensamientos y conectalos con tus emociones
Reflexiona y fíjate en cómo te hablas. Anota cómo te sientes en situaciones concretas y los mensajes que te dices a tí mismo, así descubrirás el poder que tienen sobre ti.
2º. Cuestiona tu diálogo interno
Acuérdate de que no eres lo que piensas, y que puedes cuestionar tus propios pensamientos. ¿Son razonables? ¿De dónde vienen? ¿Alguien me ha dicho esto antes? ¿Son exagerados? ¿Me estoy fijando solo en la parte negativa?
3º. Reemplaza esos pensamientos
Plantea pensamientos alternativos y reemplazalos por los negativos. De un modo voluntario y consciente, piensa y anota frases objetivas que te generen emociones más placenteras.
Ahora trata de decirte esos mensajes a tí mismo/a. ¿Notas cambios en cómo te sientes ahora? Seguramente sí.
Esto va a suponer todo un desafío para ti, ya que nuestra tendencia será continuar con el patrón de mensajes negativos; pero con paciencia podrás crear nuevas formas de tratarte.
Todo cambio lleva un tiempo pero si lo haces de forma continua, cada día supondrá menos esfuerzo. Con la ayuda de tu Psicólogo podrás mejorar tu autodiálogo interno, trabajar sobre la reestructuración cognitiva, y aprender a gestionar tus emociones y pensamientos.