
¿QUÉ ES EL BLOQUEO MENTAL O EMOCIONAL?
Si sientes que te cuesta pensar y sentir con claridad, o que estás estancado/a y no sabes el por qué, es probable que estés sufriendo un bloqueo mental o emocional.
Llamamos bloqueo a las resistencias o “barreras” que nos ponemos a nosotros/as mismos/as en un momento concreto a la hora de sentir o pensar. Esta paralización tiene una utilidad, es un mecanismo de defensa que se activa de forma automática cuando nuestro organismo quiere mantenernos alejados de los pensamientos o sentimientos que nos desagradan. El problema surge cuando este mecanismo de defensa actúa en momentos que no sólo no es oportuno, sino que es necesario expresar nuestras emociones, comunicarnos, dar una opinión, etc.
¿A qué llamamos Bloqueo Mental o Emocional?
Sufrimos un bloqueo mental en esos momentos donde no somos capaces de expresarnos con claridad, nos quedamos en blanco, nos estancamos o somos incapaces de articular palabra.
Por ejemplo, antes de un examen, para decir mi opinión sobre un tema importante, en una entrevista de trabajo, en una discusión…
Sentimos que nuestro cuerpo se “paraliza”. Así, cuando pensamos en qué nos está pasando, nos ponemos nerviosos/as, sentimos mucha angustia, aumenta nuestro nivel de ansiedad… y entonces nos bloqueamos todavía más.
En definitiva, cuando nuestras ideas se paralizan, también sentimos fuertes emociones; lo que nos indica que: el bloqueo mental está altamente relacionado con las emociones.
Estos síntomas de bloqueo mental, hacen que surja el bloqueo emocional. En este momento, aumenta nuestra dificultad de reconocer, expresar y regular las emociones. Así, es importante saber que las emociones y los pensamientos interactúan en ambas direcciones. A veces, las emociones son las detonantes del bloqueo, y otras veces, lo son los pensamientos. Lo que sabemos es que aprendiendo a manejar ambos bloqueos, seremos capaces de enfrentarlos y superarlos.
La sensación puede ser puntual y aparecer cuando estamos cansados/as o pasamos una situación de mucho estrés. Sin embargo, también puede prolongarse durante más tiempo impidiéndonos avanzar y generando emociones incómodas como la culpa, el miedo, la tristeza o el enfado.
Pero, ¿cómo sé si estoy sufriendo un bloqueo?
Cuando no somos capaces de aceptar las situaciones que nos pasan e impedimos procesar las emociones asociadas a ellas, quedamos atrapados/as. De esta forma, si no conseguimos salir de este estado, corremos el riesgo de estancarnos en un círculo vicioso muy perjudicial. Nos costará mucho mantener una actitud positiva en el día a día y no derrumbarnos.
Los síntomas del bloqueo varían mucho en función de la persona, pero principalmente, de la causa que lo generó. Si bien, entre los más comunes podemos encontrar:
Existen varias causas que pueden contribuir al bloqueo, entre ellas:
¿Cómo salir de ese bloqueo emocional?
Cuando este bloqueo se mantiene en el tiempo, muchas personas no encuentran salida a la situación y acaban asumiendo un papel victimista que potencia la sensación de pérdida de control y aumenta la negatividad. Por ello, es recomendable la búsqueda de ayuda profesional para aprender a identificar y gestionar la situación.
Aunque las sensaciones que se experimentan durante los bloqueos emocionales son bastante desagradables, es importante prestarles atención.
En ocasiones, estos bloqueos nos protegen ante esos sentimientos, emociones o pensamientos que no sabemos cómo enfrentar; pues no tenemos las herramientas necesarias. Sin embargo, en otras ocasiones nos indican que el manejo de algunas circunstancias de nuestra vida no está siendo el adecuado y deberíamos reflexionar sobre ello.
Es importante entender que resistirnos ante una emoción y ocultar las preocupaciones, sólo nos va a generar más dolor. Por eso, debemos hacer frente a la carga emocional y descubrir el origen del bloqueo. A veces, cuando ese “bloqueo” o sensación de desánimo se mantiene en el tiempo nosotros mismos somos incapaces de darnos cuenta de lo que nos sucede, y nos saboteamos sin darnos cuenta. Por eso, es recomendable que alguien externo nos advierta de lo que nos está pasando, y que acudamos a un especialista para que nos pueda ayudar a identificar y superar la situación.
¿A qué me ayudará la terapia?